martes, 2 de diciembre de 2014

Evolución de los procesos de información desde la aparición del hombre.


  Un dato es un símbolo lingüístico o numérico que representa ya sea algo concreto como abstracto. En el momento de enlazar datos, éstos  se convierten en información. Es habitual confundir datos con información.
Podemos definir, primeramente, a un “sistema”, como el conjunto de individuos, objetos, etc. interrelacionados que concurren a un mismo fin, es decir, que realizan una misma función con un mismo propósito. Los integrantes se modifican entre sí, y los agentes externos modifican al sistema.



El ábaco :
es un dispositivo que sirve para efectuar operaciones aritméticas sencillas (sumas, restas y multiplicaciones). Consiste en un cuadro de madera con barras paralelas por las que corren bolas movibles, útil también para enseñar estos cálculos simples. Su origen se remonta a la antigua Mesopotamia, más de 2000 años antes de nuestra era.



Papiro ;
(del latín papyrus, y este del griego πάπυρος) es el nombre que recibe el soporte de escritura elaborado a partir de una planta acuática, muy común en el río Nilo, en Egipto, y en algunos lugares de la cuenca mediterránea, una hierba palustre de la familia de las ciperáceas, el Cyperus papyrus. Fue profusamente empleado para la fabricación de diversos objetos de uso cotidiano, siendo su principal utilización la elaboración del soporte de los manuscritos de la antigüedad denominado papiro, precedente del moderno papel. El fragmento más antiguo de papiro se descubrió en la tumba de Hemaka, chaty del faraón Den, en la necrópolis de Saqqara, aunque no han perdurado los posibles signos jeroglíficos escritos en él.



Tallados de piedra maya:
Estas fueron las losas de piedra grandes, alargadas cubiertas con tallas e inscripciones, ya menudo acompañadas de altares circulares. Típico de la época clásica, la mayoría de ellos representan a los gobernantes de las ciudades que se encontraban en el, a menudo disfrazado de dioses. A pesar de las caras de los gobernantes, en particular durante el último período clásico, son de estilo naturalista, por lo general no muestran los rasgos individuales, pero hay excepciones notables a esta regla. Las estelas más famosos son de Copán y Quiriguá cercano. Se destacan por su intrincación de detalle, los de Quirigua también para la longitud escarpada. Tanto el Copan y Tonina estelas esculturas enfoque en la ronda. De Palenque, de lo contrario un verdadero capital maya de las artes, sin estelas significativa se han conservado.



El matemático escocés John Napier (1550-1617), famoso por su invención de los logaritmos, desarrolló un sistema para realizar operaciones aritméticas manipulando barras, a las que llamó "huesos" ya que estaban construidas con material de hueso o marfil, y en los que estaban plasmados los dígitos. Dada su naturaleza, se llamó al sistema "huesos de Napier" (ábaco neperiano). Los huesos de Napier tuvieron una fuerte influencia en el desarrollo de la regla deslizante (cinco años más tarde) y las máquinas calculadoras subsecuentes, que contaron con logaritmos.



La pascalina:
 ue la primera calculadora que funcionaba a base de ruedas y engranajes, inventada en 1642 por el filósofo y matemático francés Blaise Pascal (1623-1662). El primer nombre que le dio a su invención fue máquina de aritmética. Luego la llamó rueda pascalina, y finalmente pascalina. Este invento es el antepasado remoto del actual ordenador.

La pascalina abultaba algo menos que una caja de zapatos y era baja y alargada. En su interior, se disponían unas ruedas dentadas conectadas entre sí, formando una cadena de transmisión, de modo que, cuando una rueda giraba completamente sobre su eje, hacía avanzar un grado a la siguiente. Las ruedas representaban el sistema decimal de numeración. Cada rueda constaba de diez pasos, para lo cual estaba convenientemente marcada con números del 9 al 0.

Las telas y las computadoras:
En el año 1805 el Francés Joseph Marie Jacquard (1752-1834), después de varios intentos por construir un telar automático, ideo y construyo un telar que mediante unas tarjetas de cartón perforadas, controlaba las agujas e indicaba las figuras que había contribuido a una serie de formas de almacenamiento de información en las computadoras.
El revolucionario invento de Jacquard es considerado como la primera máquina programada y en ocho años se construyeron más de 11000 telares controlados por tarjetas perforadoras.



En 1937, Howard H. Aiken (1900-1937), de la universidad de Harvard, junto con un equipo de científicos e ingenieros de IBM y siguiendo las ideas de Babbage, una calculadora numérica que funcionaba con utilizando relés electromagnéticos, llegando así a la primera computadora electromecánica. Fue denominada calculadora automática de secuencia controlada, aunque su nombre más popular fue la Harvard Mark-I; se terminó de construir en 1944, pesaba 70 toneladas, medía 17 metros de largo por 3 de alto y el largo de todos sus cables era de aproximadamente 800000 metros. Trabajaba con números de hasta 23 cifras; sumaba dos números en menos de un segundo.


John Presper Eckert y John W. Mauchly, junto con los científicos de la universidad de Pensilvania, construyeron entre 1940 y 1945, a petición del Ministerio de Defensa de los Estados Unidos, la primera computadora electrónica, denominada ENIAC (Electronic Numerical Integrator and Calculator).
En este equipo de construcción se encontraban John V. Atanasoff y Clifford Berry, cuyos estudios y ensayos anteriores fueron muy importantes para el proyecto ENIAC. Esta computadora era mil veces más rápida que su antecesora Mark-I podía hacer unas 5000 sumas en un solo segundo y los multiplicaba en tres milésimas de segundos. Pesaba 30 toneladas (40 menos que la Mark-I) y ocupaba una superficie de 160 metros cuadrados.




En 1944 John Von Neumann (1903-1957), desarrolló la idea de programas que se los podía cambiar sin modificar el cableado llamado modelo de Von Neumann, construyéndose por fin en 1952 una maquina llamada EDVAC (Electronic Discrete Variable Automatic Computer) (computadora automática electrónica de variable discreta).



Circuitos integrados:
A finales de la década de 1960 apareció el circuito integrado (CI), que posibilitó la fabricación de varios transistores en un único sustrato de silicio en el que los cables de interconexión iban soldados. El circuito integrado permitió una posterior reducción del precio, el tamaño y los porcentajes de error. El microprocesador se convirtió en una realidad a mediados de la década de 1970, con la introducción del circuito de integración a gran escala (LSI, acrónimo de Large Scale Integrated) y, más tarde, con el circuito de integración a mayor escala (VLSI, acrónimo de Very Large Scale Integrated), con varios miles de transistores interconectados soldados sobre un único sustrato de silicio.



Los circuitos integrados han hecho posible la fabricación del microordenador o microcomputadora. Sin ellos, los circuitos individuales y sus componentes ocuparían demasiado espacio como para poder conseguir un diseño compacto. También llamado chip, un circuito integrado típico consta de varios elementos como reóstatos, condensadores y transistores integrados en una única pieza de silicio. En los más pequeños, los elementos del circuito pueden tener un tamaño de apenas unos centenares de átomos, lo que ha permitido crear sofisticadas computadoras del tamaño de un cuaderno. Una placa de circuitos de una computadora típica incluye numerosos circuitos integrados interconectados entre sí.









Ordenadores digitales:
Todo lo que hace un ordenador digital se basa en una operación: la capacidad de determinar si un conmutador, o ‘puerta’, está abierto o cerrado. Es decir, el ordenador puede reconocer sólo dos estados en cualquiera de sus circuitos microscópicos: abierto o cerrado, alta o baja tensión o, en el caso de números, 0 o 1. Sin embargo, es la velocidad con la cual el ordenador realiza este acto tan sencillo lo que lo convierte en una maravilla de la tecnología moderna. Las velocidades del ordenador se miden en megahercios, o millones de ciclos por segundo. Un ordenador con una velocidad de reloj de 100 MHz, velocidad bastante representativa de un microordenador o microcomputadora, es capaz de ejecutar 100 millones de operaciones discretas por segundo. Las microcomputadoras de las compañías pueden ejecutar entre 150 y 200 millones de operaciones por segundo, mientras que las supercomputadoras utilizadas en aplicaciones de investigación y de defensa alcanzan velocidades de miles de millones de ciclos por segundo.








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